Los sistemas fotovoltaicos se dividen en tres tipos, conectados a la red (on grid), aislados (off grid) o híbridos.
Sistema On-Grid: Un sistema fotovoltaico on-grid, también conocido como conectado a la red, es aquel que está conectado a la red eléctrica pública. En este tipo de sistema, los paneles solares convierten la luz solar en electricidad que se utiliza directamente en el hogar o negocio. Cualquier exceso de electricidad generada se devuelve a la red eléctrica y el propietario recibe créditos o compensación por la energía proporcionada. Durante la noche o en los momentos en que la generación de energía solar es insuficiente, la electricidad se obtiene de la red pública. Es un sistema práctico, ya que no requiere almacenamiento de energía y sigues teniendo electricidad incluso en los días nublados.
Sistema fuera de la red: Un sistema fotovoltaico off-grid, también conocido como sistema autónomo, no está conectado a la red eléctrica pública. Es independiente y suministra energía a lugares remotos o aislados, donde no hay acceso a la red eléctrica. En este tipo de sistemas, los paneles solares convierten la luz solar en electricidad, que se almacena en baterías para su uso posterior. Durante el día, los paneles cargan las baterías y proporcionan electricidad para las necesidades diarias. Por la noche o en días con poca luz solar, la energía se extrae de las baterías para alimentar dispositivos y electrodomésticos. Es importante dimensionar correctamente el sistema, teniendo en cuenta la demanda energética y el almacenamiento necesario para los periodos sin sol.
Sistema híbrido: Un sistema fotovoltaico híbrido es una combinación de sistemas conectados y fuera de la red. Este tipo de sistema se utiliza cuando hay acceso a la red eléctrica, pero también se desea tener una fuente alternativa de energía y un respaldo durante los cortes de la red. Los paneles solares generan electricidad tanto para uso inmediato como para almacenamiento en baterías. Durante el día, el exceso de electricidad se envía a la red eléctrica, y por la noche o en momentos de fallo de la red, se extrae energía de las baterías. De esta forma, disfrutas de los beneficios de reducir tu factura eléctrica y tener un suministro eléctrico independiente cuando lo necesites.
Estos son los tres tipos principales de sistemas de energía fotovoltaica. Cada uno tiene ventajas y consideraciones específicas, dependiendo de las necesidades y condiciones de cada ubicación. Es importante consultar a un profesional especializado en energía solar para valorar qué sistema se adapta mejor a tu caso y obtener un proyecto personalizado.
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